22 enero 2011

Sólo tú



Muérdeme los besos,
sólo tú sabes hacerlo
sin que duela.

Arráncame los ojos
y siembra piedras
en mis cuencas,
sólo tú sabes hacerlo
sin que duela.

Prende fuego a mis palabras,
y escríbeme miradas ciegas,
píntame mariposas negras
en mis entrañas secas,
sólo tú sabes hacerlo
sin que duela.

Extíngueme las ascuas que atizan
esta eternidad en mis huesos
y prende en ellos la llama
de un tal vez incierto,
sólo tú sabes hacerlo
sin que duela.

Condéname las esperanzas,
quítame el consuelo,
arráncame del pecho el corazón,
las huellas, los senderos sin retorno,
la pasión, y destiérrame al castigo
del olvido, al abismo de una pena,
sólo tú sabes hacerlo
sin que duela.

Sin que duela, sin reparo ni miedo,
aunque sólo sea por afecto, sólo tú
sabes hacerlo sin que duela.

© Nicanor García Ordiz, 2011.