20 noviembre 2010

Revolviendo recuerdos



Hoy estuve revolviendo las cajas y los recuerdos.
Encontré una carta que me diste hace tiempo.
Nadie me escribió como tú lo hiciste entonces.

Cuando todo estaba vivo y el aire era puro,
y nuestro amor centelleaba como los luceros de esta noche
y nos perdíamos en la felicidad y los abrazos.

Nutre mi sonrisa esta foto tuya que acompaña a la carta,
veo en esta imagen la dulzura de tu alma y recuerdo
nuestro primer beso bajo la luna clara.

No pudimos resistir las caricias y las alegrías,
fue todo tan hermoso en ese momento de entrega,
que la fiesta de ruidos se transformó en una total calma.

Tengo enfrente lápiz y papel, y cada escrito que te hice.
Los escribí con el poder del amor que siempre me diste.
Eternamente quedará en ellos el aroma del amarnos.

Hoy estuve revolviendo los recuerdos de mi mente.

© Nicanor García Ordiz, 2010.

18 noviembre 2010

Del desencanto







Llegaste lánguida, sumisa,
resuelta a acurrucarte en mí,                                  
y te emplazaste como quisiste,
y no contrapuse réplica.

Me sorprendiste deshonesta,
viniendo al encuentro excluida,
pudo más tu mísero impulso
que mi pobre resistencia.

Y ahora ya soy tuyo, tristeza. 

Y dime, que del desamor vienes,
¿qué sentido tienen
los pulsos de mis sienes,
si ella no los siente?

¿Y qué será del amor que tengo,
si aún crece más su desprecio,
para qué seguir amando?

Dímelo, tristeza, tú que vienes
del amargor, del desencanto.

© Nicanor García Ordiz, 2010.

12 noviembre 2010

A veces



A veces el anhelo
parece muerto,
y sólo está quieto

pegado a mí.

A veces el calor
de tu recuerdo
lo sacude del letargo.

Sólo entonces quisiera
estar estando.

© Nicanor García Ordiz, 2010.

09 noviembre 2010

¿Quién pondrá nombre?




¿Quién pondrá nombre
a las nubes rotas del verano,
a la navaja roma del fracaso,
a lo infecto que derrocha vida,
al barco anclado en el fango,
al cristal velado de las presencias,
al oír tranquilo del agua quieta?

¿Quién?

Aún no hay nombre
para el garabato del nimbo,
el cuchillo que taja carencias,
la herida ansiosa de vientos,
la estela del navío varado,
el recuerdo tras la puerta,
el lago ahogado en espejos.

No.

Por eso, quien llame
al trazo del cirro,
a la siega del desengaño,
a la esperanza del aliento,
al surcar en el vacío,
al aguardo del anhelo,
al sentido de lo muerto.

Sí.

Habrá entendido
que los halos se disuelven,
que la decepción corta,
que la existencia es breve,
que el camino se detiene,
que los recuerdos penan,
y que pararse duele.

¿Quién pondrá nombre
a lo que no lo tiene?

© Nicanor García Ordiz, 2010.

07 noviembre 2010

Recuerdos



El sufrimiento me recuerda
que existe un hilo de sustancia en mí.

Tu desprecio me recuerda que
todavía sigo suspendido de ti.

La soledad me recuerda
que las lágrimas son compañía.

El desconsuelo me recuerda
que hay ángeles perdidos sin cielo.

La rutina me recuerda
que hay crepúsculos en mis retinas.

Las lagrimas me recuerdan que
las sirenas varan en mis realidades.

Tú me recuerdas
que es posible amar al desamor.

El silencio me recuerda
al espíritu opaco de mi corazón.

El dolor me recuerda que
todavía sigo muerto en vida,
pero no, no, que nadie llore por mí,
porque estoy muerto en recuerdos. 

© Nicanor García Ordiz, 2010.

06 noviembre 2010

Sin la luz



No eran áureos los trigos al alba,
ni claras las manzanillas de la vereda.

No prendieron las luciérnagas al ocaso,
ni el firmamento tenía luna ni luceros.

Todo el día estuvieron
sin la luz de tus ojos.

© Nicanor García Ordiz, 2010

04 noviembre 2010

La hoja del calendario



Arranqué la hoja del calendario,
como quien deshoja la margarita.

Y otra vez tu ausencia me estalló en la cara.

Como ayer, como mañana.


© Nicanor García Ordiz, 2010


01 noviembre 2010

Programa 3 noviembre 2010



Este miércoles 3 de noviembre el escritor cacabelense Fermín López Costero nos visita en Noches de luna.

Programa 2 noviembre 2010



Este martes día 2 de noviembre tenemos un monográfico sobre el gran poeta chileno Pablo Neruda.